La asfixia simple es el peligro principal asociado con los gases inertes. Debido a que los gases inertes son incoloros e inodoros, pueden escapar a la atmósfera sin ser detectados y reducir rápidamente la concentración de oxígeno por debajo del nivel necesario para mantener la vida. Se recomienda enfáticamente contar con equipos/alarmas que monitoreen las concentraciones de O2 en áreas cerradas donde se utilizan gases inertes. Del mismo modo, las corrientes de escape deben ventilarse hacia un lugar seguro. Si las concentraciones de oxígeno caen por debajo del 19,5% (nivel mínimo permisible), se debe utilizar un aparato de respiración autónomo (SCBA).

El fuego y la explosión son los principales peligros asociados con los gases inflamables, el oxígeno y otros gases oxidantes. Los gases inflamables pueden encenderse con electricidad estática o con una fuente de calor, como una llama o un objeto caliente. El oxígeno y otros gases oxidantes no se queman pero favorecen la combustión de materiales inflamables. El aumento de la concentración de un oxidante acelera la velocidad de combustión. Los materiales que no son inflamables en condiciones normales pueden arder en una atmósfera enriquecida con oxígeno.

Los gases corrosivos pueden atacar químicamente y devorar varios materiales, incluida la ropa resistente al fuego. Algunos gases no son corrosivos en su forma pura, pero pueden volverse extremadamente destructivos si se agrega una pequeña cantidad de humedad. Los gases corrosivos pueden causar una rápida destrucción del tejido cutáneo y las membranas mucosas.

El envenenamiento químico es el peligro principal con gases y líquidos tóxicos. Incluso en concentraciones muy pequeñas, la exposición breve a estos gases puede provocar graves lesiones por intoxicación. Los síntomas de la exposición pueden sentirse con retraso.

Los líquidos criogénicos como el argón líquido, el nitrógeno y el oxígeno y ciertos gases licuados pueden causar quemaduras por frío y congelar el tejido de la piel debido a sus temperaturas extremadamente bajas. El contacto con gases comprimidos licuados puede causar quemaduras por frío debido a la rápida evaporación del líquido.

Todos los gases comprimidos son potencialmente peligrosos debido a la alta presión almacenada dentro de cada cilindro. Una liberación repentina de presión puede causar lesiones al propulsar un cilindro o transformar una línea flexible en un látigo.

Evite poner en contacto gases químicamente incompatibles, como un comburente y un oxidante. Un proceso que utiliza dos gases incompatibles a alta presión, puede experimentar un retroceso de flujo al circular los gases desde la alta a la baja presión. Para evitar que esta situación se presente siempre debe utilizar válvulas anti-retroceso, o cualquier otro dispositivo de protección contra el flujo inverso.

Los cilindros que contienen gases comprimidos y productos químicos son pesados ​​y difíciles de manejar. El manejo inadecuado de los cilindros puede resultar en esguinces, torceduras, caídas, moretones y fracturas de huesos. Otros peligros como fuego, explosión, quemaduras químicas, envenenamiento y quemaduras por frío pueden ocurrir si los gases escapan accidentalmente del cilindro debido a un mal manejo.